Cuando chico uno veía por la Tele esas imágenes de conciertos gringos, con llamas, fuegos de artificio y toda esa onda rockera glam que desapareció poco a poco con los putos 80's...
Cuando chico ví la película de Kiss y desee asistir a ese tipo de conciertos...
Cuando no tan chico me envicié en el Pinball de Kiss (Bally 1978), luego de que mis amigos rockeros grandes me enseñaran a jugar.
Todos esos recuerdos explotaron el pasado viernes, cuando junto a la Paula, y pintados como corresponde, saltamos como monos toda la noche disfrutando y gritando junto a una de las bandas más histriónicas que he tenido el gusto de ver... fué literalmente como viajar al pasado y disfrutar de un buen concierto de hace varias décadas.
Un inicio que demoró bastante, hasta que cayó el telón con unas hermosas letras plateadas (serían una buena polera) y luego el escenario tapizado en bafles vintage, para recibir uno de los mejores shows que he visto.
Genne Simmons escupió fuego... y eso sólo era el preámbulo de varios kilos de explosivos que salieron disparados en cada riff toda la noche... parecía un puto día de año nuevo!!!
Paul Stanley es divertido, será un poco afeminado para el estandar del rockero duro (aunque sea gay como Halford), nos engrupió a todos con frases como son lo mejor, es el mejor lugar, lo tengo en el corazón, etc... si, si, parecido a lo que hizo Dickinson unos días antes, y es que parece que no somos un mal público después de todo.
Tommy Thayer, quien reemplaza a Ace como Chico espacial, se lució en un sólo, aunque se nota que no tiene el carácter de "emblemático" ya que su "show" no fué tan espectacular.
Eric Singer se mandó un buen solo de batería, y se levó por los aires en una plataforma preparada con luces y vapor, casí una nave espacial.
Obviamente el plato fuerte sería nuevamente Simmons, volando por los aires luego de buscar su bajo-hacha y escupirle sangre al público... Stanley voló horizontalmente casí hasta galería, para luego de un apoteósico final romper la guitarra contra el suelo, pero no miremos mal esta acción, más que mal es GLAM y así debe ser.
El mejor momento de la noche creo que fué I wanna rock and roll al nite, ya que junto con los fuegos de artificio, volaron millones de "papelillos"(?) que llenaron el estadio, mientras todos, ancianos y menos ancianos, saltábamos como oligofrénicos... hasta servimos de publicidad para los próximos shows.
Prometieron volver... sin duda que trataré de estar ahí de nuevo.