Nuestra ciudad no es muy amigable con los perros, y en general nosotros tampoco, así que nunca está demás tener algunas consideraciones con estos amigos cuadrúpedos.
No entiendo esas modas de comprar un perro de marca sólo para presumir, que tiene pedigri, que me costo tanto, o que simplemente es lo que se lleva (como el micro perro de la Gil-ton), para mi los mejores perros siempre han sido esos de la calle, kiltros, vivarachos, que se las ingenian para sobrevivir día a día (si ud. piensa que es difícil llegar a fin de mes con su sueldo, imagine un momento la vida de un perro de la calle), por lo mismo me agrada cuando la gente "adopta" un perro, o al menos se da la molestía de llevarle comida y agua (algo que aprendí de mi mamá).
Hace unos días me topé con unas chicas en el metro que llevaban una perrita escondida en su mochila, la Pitilla, recogida del lugar al que habían ido a pasear y me acordé de mi propia historia, mis perros y en forma especial de la Carachis.
Carachis, la botaron cuando tenía días de nacida afuera del condominio donde vivíamos, dice la Lorna que de la casa se escuchaba su llanto, media pelada y con piojos, estaba en las últimas, la Lorna la recogió y le dio agua y comida para "tratar" de llevarla a algún lado después, llegué del trabajo y la ví, una cosa chica, fea y pelada (nunca vi sus piojos) se encariño conmigo, aunque al principio no quería tenerla, ya que teníamos a Changó (Perrita de la Lorna), el caso es que me convencí y nos encariñamos mutuamente.
Casi a fines del año recién pasado, la atropellaron, yo no estaba ahí, llegué después, pense lo peor, la llevamos a una veterinaria que hizo un mal procedimiento y la única solución era cortarle la pata, digamos su brazo, buscamos una segunda opinión y llegamos al Hospital Clínico de la Chile, Carachis la única mestiza entre puros perros de raza, fue duro, pero sabíamos que era la única opción, al final nos salimos del presupuesto, la fortuna nos acompañó y pudimos cubrir el evento (500 mil pesos), el Doctor dijo que la sacabamos bajo nuestra responsabilidad, el proceso no había terminado... prometimos ciudarla bien, cómo no ibamos a hacerlo si era nuestra perrita?
Pero la suerte estaba de su lado, en el proceso saltó a la fama y fué la protagonista de un piloto para un programa del 13 de emergencias veterinarias, hoy corre, salta, juega y regalonea, y a veces se acuerda de su pata y cojea, en rigor no debería hacerlo, pero no es nada, esta ahí y está bien.
Sin embargo los perros que corren la suerte de encontrar personas que los cuiden son pocos, la mayoría vaga por las calles en busca de algún desecho que comer, otros son envenenados en masa por las políticas sanitarias de nuestro país (se entiende que la eutanasia es necesaria, pero aún se utilizan métodos arcaícos como la estricnina), pero se puede ayudar, cuidando un perro, alimentando a otros, o entregando un aporte solidario a alguna institución como Abandonados, o como la misma Protectora, de alguna forma se puede tratar de mejorar la calidad de vida de alguno de ellos, es poco, pero ese perro o perra no lo olvidará jamás.
Pd. PETA está en campaña por evitar el maltrato hacia perros y gatos de IAMS (Eukanuba) en sus plantas de alimentos, informate y prefiere aquellos productos que no experimentan en animales.
En Talca tenemos cinco perros: Klaus, la Dolores (porque la han atropellado tres veces), la Negrita, la Negra chica y la Jenny. A la Dolores me la han tratado de sacrificar tres veces en la veterinaria, pero es carne dura, ahí sigue, vivita y coleando.
Las quiltras son las que más cuidan la casa, Klaus es un vago.