Hoy (y mañana) se cumple un año desde la llegada de mi Negra (en rigor, hace un año que la compré, y mañana se cumple un año desde que le puse mis manos encima), mi Honda CBX250, y llevo la no despreciable suma de 18.000 y más kilómetros recorridos en ella.
Pensando en mis anteriores relaciones vehículares, que incluyen 3 bicicletas (Mini, BMX, MTB) y un scooter, debo reconocer que ella se lleva con creces las mejores experiencias, y es que es increible la forma en que me he aunado con mi moto...
Siempre me llamó la atención la forma en la que manejaba mi bici (MTB), aún en estados deprimentes producto del consumo excesivo de varias cosas... aún así llegaba (y bien) a cualquier hora... muchas veces no me daba cuenta, pero llegaba... Sobrio la cosa era igualmente espectacular, dado que la conducción era instintiva, lo que me permitía prestar poca atención al entorno y centrarme en mis pensamientos o en mi música, debo reconocer que varias veces probé esta teoría del instinto, y siempre me resultó, lo que me permitió desarrollar una conducción confiada y segura en base a mis capacidades.
Obviamente al cambiar a un vehículo mayor la cosa no podía ser tán así, el scooter me dió grandes alegrías pero siempre existió ese miedo a la respuesta en determinadas situaciones, que en mojado no agarra bien, que la curva puede tener maicillo, que los adoquines, hasta al agua le hacía el quite regularmente, y bajaba mucho la velocidad, dado que no confiaba en mis capacidades para manejar bien ese vehículo, me caí dos veces, mis amigos otras tantas, hasta que se fué, no sin un dejo de nostalgia dejó mi hogar para quedar, supongo yo, en buenas manos...
Obvio, había llegado la negra.
La mayoría de los temores referidos antes desaparecieron a los pocos días, la moto demostró que se agarra bien en distintos tipos de superficie... luego con uno de los inviernos más crudos que he vivido, demostró de lo que está hecha, ya que ni el frío, ni la lluvia, ni la nieve, ni el barro mermaron sus capacidades... mentiría si dijese que derrapó por que había agua, o que no se la pudo con la tierra... lo he dicho muchas veces, mi moto no es todo terreno, pero yo tampoco, así que una conducción segura bajo condiciones especiales (no calle) me ha permitido seguir gozando de ella, sin exigirle cosas para las cuales no está diseñada.
He pasado sustos, pero más que preocuparme o alejarme de ella, me han confirmado mis capacidades de respuesta, y todo lo que he mejorado en este tiempo, pretendo seguir haciendo, así que todo momento problemático se ha convertido en Puntos de Experiencia, y debo reconocer que me han servido para evitar situaciones similares...
A saber... mi choque, que si bien lastimo profundamente mi orgullo, debo reconocer que gracias a una buena maniobra evité lastimarme seriamente o romper la moto; una derrapada de lujo en Lo Echevers, en que se me fué la cola, pero fué controlada a tiempo, y de no haber parado (por que no me la creía) hubiese pasado como experimentado piloto de rally ante los ojos de los automovilistas que esperaban ansiosos mi caída (la que no ocurrió); y tal vez la última experiencia impactante fué hace unos días, cuando casí me chocan en el puente Loreto, todo por que un Vitara dobló en segunda fila, en mi misma dirección, evidentemente no me vio virar, y luego me esquivo a dos o tres centímetros, para que decir que me ví mordiendo el suelo, pero gracias a la pericia (o suerte) del conductor del 4x4 la cosa no pasó a mayores.
En fin, han pasado muchas cosas este año, casi todas profundamente agradables, y es que por fin puedo decir a cabalidad, esto es lo mío, amo manejar motocicletas (siempre lo supe, y posponer éste sueño es algo de lo que no me arrepiento, ya que tal vez, con unos años menos la cosa hubiese sido bastante diferente, era bien loco, lo admito), amo salir de mi casa, pasar todo el día en la moto y volver sano y salvo, no miento si digo que en la rutina del trabajo el mejor momento es cuando salgo y cuando vuelvo a mi casa, busco otros caminos, paseo un rato, a veces corro, a veces pongo a prueba el equilibrio, etc... para que decir si el paseo es con acompañante, trato de que sea grato también para ella/el, sé que uno no puede trasladar sus emociones, menos manejando (y quien me viera dudaría seriamente de lo que digo, ya que mi cara casi siempre está en un estado profundo de concentración y eso se parece al enojo), así que me parece que es algo que sólo lo sienten quienes manejan moto, espero que se prolonge mucho tiempo, y que sea viejito (más viejito), y pueda salir a enseñarle a mis nietos a montar una motocicleta... quien sabe, pero me gustaría eso...
Feliz Cumpleaños Twister... que cumplamos muchos más.
Etiquetas: motocicletas, paseos, reflexión, varios, viajes
Creo que el concepto "materialismo" contigo toma un caracter entre místico y psiquiátrico!
Saludos, el Cerdo!
Sí, se ve que ama su moto.
Pero igualmente va a terminar con sinusitis y problemas en las rodillas!
Feliz Navidad, jo jo jo
Xau!
Feliz Cumpleaños!!!
¿Le regalaste algo?
A todo esto, debo informarte que su par twistera (la Boni) ya esta de vuelta en casa desde el Viernes.
Estoy poco feliz..............poco....
Saludos y a ver cuando nos juntamos a pistear como campeones.
..:::KeEPoNDIdgEn:::....