El calor no me agrada, no me refiero a ese tibio sol de las mañanas de entrega un calorcillo agradable, y que disfruto mirando hacia el astro rey con los ojos cerrados, me refiero al calor-calor que se vive al mediodía, esa pesadez, que pone lentos los movimientos y crea molestos olores corporales... te mojas la cara, te refrescas un poco y a los minutos vuelves a estar seco, y sólo deseas estar en otra parte lejos del calor.
Sin embargo, es peor aún cuando estás con 45 cabros chicos, en una sala en que la aislación térmica parece ser un concepto del futuro, ufff... terrible tortura tanto para mi como para ellos.
Alguna vez escuche sobre salas en Canadá y en Inglaterra, en las que junto al reloj había también un termómetro, y si la temperatura no se encontraba en el promedio de trabajo (parece que eran unos 20°C) la gente simplemente no entraba a clases, no por flojera ni nada, sino que simplemente porque no se puede hacer clases en esas condiciones.
El hacinamiento y el calor nos vuelven de mal humor, la concentración se ve afectada y al final terminas haciendo lo que implique el menor esfuerzo para tratar de no generar más calor... a veces es tan desagradable que los alumnos ni siquiera molestan o converan, sólo dormitan recibiendo la información en una forma similar al "estudie mientras duerme"...
Agua y paciencia, nada más... aunque el tema siempre es: Imagina como estaremos en Diciembre!!!
Oohh, el calor estos días ha sido terrible.
Yo estoy al lado de la ventana poniente, me llega todo el sol a la peor hora. Más encima estoy enfermo y las ganas de mojarme han sido más fuertes, me mojo... y terminé... jajajjaa, bueno, mal.
Saludos!
Agua nomás jeje
a estas temperaturas proliferan las sopas para uno (inside claro) sobre todo para aquellos que gozan de las bondades del nylon en la ropa interior...